1. La problemática con la situación de la cantina:
Cuando entras al centro la cantina es la primera dependencia con
la que te encuentras. Debido a que allí se manipulan alimentos no debería estar situada
a continuación de las puertas de entrada, pues a causa del vaivén de la gente y
la apertura y cierre de puertas, la porquería que va entrando de la calle al
centro no se encuentra con demasiadas trabas para acabar allí.
Además de este problema, y debido a su localización, cada vez
que una persona se desplaza por dentro del centro (a excepción de las plantas
superiores) debe pasar por delante la cantina, y a determinadas horas es
difícil controlar el flujo de alumnos hacia allí. Las trabajadoras están avisadas
de que los alumnos no deben ir entre horas ni durante las clases, los alumnos
están advertidos de que sólo pueden ir en los recreos. Sin embargo, el negocio,
el hambre y la localización de la cantina favorecen que los discentes la
frecuenten más de lo que deberían.
Así, el profesorado cuando pasa por allí y observa algún
alumno debe emplear su tiempo en corregir esta conducta… por si fuera poco el
trabajo que ya tienen los profesores…
2. La problemática del tamaño de las puertas:
Las puertas de entrada y salida del edificio son demasiado
pequeñas. Es por ello que en algún simulacro de incendio del IES se ha
observado como se forman apelotonamientos de personas en las puertas. Tanto es
así que: “si el incendio hubiera sido real se hubieran quemado alumnos y
personal del centro” narraba una profesora del mismo centro.
¿Hay que esperar a que suceda alguna desgracia para subsanar
el problema?
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